Cuando usted se siente abatido, ¿le cuesta mucho confiar en Dios?
Como Pastor, muchos han venido a mí preguntando: “¿Por qué, Pastor, por qué?” Y no puedo responder esa pregunta, por que el “por qué” es una pregunta de Dios. “Cómo” es nuestra pregunta. ¿Cómo vamos a reaccionar? Dios no nos dice los “por qués”.
A través de todos los siglos, muchos de los santos de Dios han experimentado profundas heridas, inexplicables tinieblas, desalentadoras circunstancias, sin saber por qué. Llegará un tiempo cuando usted no entenderá dónde está Dios o qué es lo que Dios hace. Se preguntará por qué Dios no hace algo con relación al doloroso y apremiante problema que está viviendo. Usted estará en total oscuridad, tanta que no podrá ver su mano frente a sus ojos. ¿Sabe lo que hará entonces? Isaías 50: 10 dice: “¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.”
Confíe en Él. Confíe en Él. Aunque nada en usted siente que debe confiar, usted mismo confíe en Dios.
¿Puede confiar en Dios cuando está sumergido en el dolor? ¿Puede confiar en Dios cuando sus amigos lo olvidan? ¿Puede confiar en Dios cuando está abrumado por las tinieblas, y no sabe qué es lo que está pasando? Si es que puede hacerlo, usted tapará la boca del diablo y ganará la corona del vencedor.
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