De cierto tú dijiste a oídos míos, Y yo oí la voz de tus palabras que decían:Yo soy limpio y sin defecto; Soy inocente, y no hay maldad en mí (Job 33:8, 9).
¿Piensas que es cosa recta lo que has dicho: Más justo soy yo que Dios? (Job 35:2).
¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!(Isaías 5:21).
Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni la mirará el Omnipotente (Job 35:13).
¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él (Proverbios 26:12).
Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña (Gálatas 6:3).
Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquél a quien
Dios alaba (II Corintios 10:17, 18).
Dios alaba (II Corintios 10:17, 18).
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